Efectos

Leonardo Fabián Sai
2 min readSep 14, 2021

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Como está escrito:

No hay justo, ni aun uno

(Romanos; 3:10)

El sector massista expuso su interpretación de la derrota electoral: “cedió en la moderación y perdimos electorado”. Parece casi una joda, pero no lo es. A través de sus escribas, consideran que Alberto liquidó su aporte al FdT dejándose arrastrar por los “delirios” de La Cámpora. El sector camporista, por el otro lado, deslizó sus propias interpretaciones del escarmiento: “le faltó peronismo”. Hacen propias las críticas y chicanas del puro peronismo y buscan imponerlas para, finalmente, lanzar el gobierno que los represente. Se habla de radicalización de unos y de total rechazo de esa aventura, por parte de otros. Para unos, la radicalización de la acción estatal y del gasto público es una vía de salida, de oxígeno, de recuperación política. 4 billones de pesos en una bola de leliqs y escasez de dóls en el Central señalan la ausencia de moneda para materializar esos sueños del expansionismo gráfico. La radicalización en unos constituye el fin final del gobierno para otros, esto es: la eyección de los cargos. Pero mucho más arriba, en la mesa chica del poder, ya se señala, se advierte, se olfatea, un reparto entre Massa y Máximo de los ministerios más importantes del Estado haciéndose cargo de la dirección del gobierno. Un acuerdo para “fundar las vulgares bases de un capitalismo tolerable” cuyo diseño puede tener muy poco que ver con el imaginario económico “a la Kicillof”. Es la disputa por la figura de un nuevo ministro de economía: el cómo del acuerdo con el FMI diseña los márgenes de movimiento del conjunto del gabinete, de la burocracia del Estado y su caja para la política pública. El fuego amigo, con la foto, carbonizó a Alberto. Los cambios resultan inminentes o la testarudez termina trastocando la penuria económica en crisis terminal. Haciendo que un frente político auto percibido peronista tenga que dejar el poder antes de tiempo. Si eso ocurriera, Larreta se quedaría por ocho años. ¿Lo dudan? Gobernadores, sindicalistas, movimientos sociales se podrán entender con él. Al tiempo que sus brutales ajustes, en pos de resolver el déficit fiscal, serían pavimentados con prensa hegemónica comprensiva. Podrían transcurrir hasta diez años para que el peronismo pueda rearticular un nuevo proyecto político de poder. La burguesía agraria, el poder mediático concentrado, el capital financiero internacional y la corporación judicial, de ese modo, habrían corregido ese lapsus oligárquico conocido como Mauricio Macri.

Así de caro se paga la inutilidad en política.

Quizás, meras especulaciones. Nocturnas, erróneas, profundamente, trasnochadas.

Provincia de Buenos Aires, 14/9/2021

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